La Congregación de Dominicas de Santa Catalina de Sena
es un instituto pontificio, fundado por el Padre Saturnino Gutiérrez
Silva, de la Orden de Predicadores, y por la Madre Gabriela Durán
Párraga, en Villa de Leiva, Boyacá, el 18 de febrero de 1880.
(Constituciones No. 1).
La Madre Gabriela de San Martín (Sierva de Dios) nació el 22 de mayo de 1848 en Firavitoba, departamento de Boyacá, Colombia, en su casa paterna, la Hacienda de la Compañía. Sus padres se llamaron Gabriel y Jacinta, y tuvieron 8 hijos, entre los cuales Gabriela ocupó el 7º lugar. Su niñez y adolescencia transcurrieron en la familia, en donde recibió el amor y la educación de sus padres.
Con la ayuda del Padre Saturnino Gutiérrez orientó claramente su vida hacia la vocación religiosa, y fue aceptada en el Carmelo, en donde recibió el hábito el 1º de enero de 1877. Los cuatro meses y 23 días que permaneció allí, de donde tuvo que retirarse por motivo de enfermedad.
En los primeros días de julio de 1877 junto con las señoritas Rosa, Matilde y Virginia Umaña, quienes venían de Bogotá con intención de tomar dos meses de descanso, se fundo un colegio, bajo el patrocinio de Ntra. Señora de Lourdes. Sucesivamente se fueron uniendo a ellas —como profesoras— Sara Rojas, Gabriela y Mercedes Durán e Isabel Briceño. Su aspiración era, además, abrazar la vida religiosa en comunidad. El P. Saturnino les aconsejó ir gradualmente, y les propuso conocer el espíritu de la Tercera Orden Seglar Dominicana, fundada por él en Leiva. Las inició en la oración personal y comunitaria y les dio un reglamento para la vida en común. Ya muy seguras de su decisión de optar por la vida religiosa dominicana, contemplativa y apostólica, pronunciaron sus votos el 18 de febrero de 1880, en presencia del P. Saturnino Gutiérrez.
El Padre Saturnino Gutiérrez Silva (siervo de Dios) era afable, sencillo, humilde, caritativo y con un candor de niño. Aunque ocultaba su saber, veíase en cualquier conversación. Su memoria era tenaz; sus dichos y gracejos, de ocasión; la modestia de sus ojos, en una palabra, todo él, infundía cariño extremo, al mismo tiempo que respeto. Era de un bello carácter.
Tanto para la enseñanza como para la predicación, el Padre Gutiérrez posee dotes especiales. A una inteligenica poderosa y una vastísima ilustración, añade un exquisito don de gentes; su palabra pulcra y elegante es fiel instrumento de la idea densa y profunda, llena de divina y humana sabiduría; el gesto de su mano es fiel intérprete del pensamiento y todo lo realza con su armoniosa voz.
Bajo su dirección, la Madre Gabriela constituye el instrumento escogido por Dios para realizar la inspiración divina que, sin el concurso de ambos, no hubiera podido lograrse. El Padre Saturnino sirve de inteligenica, Sor Gabriela ejerce las funciones del corazón. (Cfr. hacia la identidad rosarista, 29-32p)
La Madre Gabriela de San Martín (Sierva de Dios) nació el 22 de mayo de 1848 en Firavitoba, departamento de Boyacá, Colombia, en su casa paterna, la Hacienda de la Compañía. Sus padres se llamaron Gabriel y Jacinta, y tuvieron 8 hijos, entre los cuales Gabriela ocupó el 7º lugar. Su niñez y adolescencia transcurrieron en la familia, en donde recibió el amor y la educación de sus padres.
Con la ayuda del Padre Saturnino Gutiérrez orientó claramente su vida hacia la vocación religiosa, y fue aceptada en el Carmelo, en donde recibió el hábito el 1º de enero de 1877. Los cuatro meses y 23 días que permaneció allí, de donde tuvo que retirarse por motivo de enfermedad.
En los primeros días de julio de 1877 junto con las señoritas Rosa, Matilde y Virginia Umaña, quienes venían de Bogotá con intención de tomar dos meses de descanso, se fundo un colegio, bajo el patrocinio de Ntra. Señora de Lourdes. Sucesivamente se fueron uniendo a ellas —como profesoras— Sara Rojas, Gabriela y Mercedes Durán e Isabel Briceño. Su aspiración era, además, abrazar la vida religiosa en comunidad. El P. Saturnino les aconsejó ir gradualmente, y les propuso conocer el espíritu de la Tercera Orden Seglar Dominicana, fundada por él en Leiva. Las inició en la oración personal y comunitaria y les dio un reglamento para la vida en común. Ya muy seguras de su decisión de optar por la vida religiosa dominicana, contemplativa y apostólica, pronunciaron sus votos el 18 de febrero de 1880, en presencia del P. Saturnino Gutiérrez.
El Padre Saturnino Gutiérrez Silva (siervo de Dios) era afable, sencillo, humilde, caritativo y con un candor de niño. Aunque ocultaba su saber, veíase en cualquier conversación. Su memoria era tenaz; sus dichos y gracejos, de ocasión; la modestia de sus ojos, en una palabra, todo él, infundía cariño extremo, al mismo tiempo que respeto. Era de un bello carácter.
Tanto para la enseñanza como para la predicación, el Padre Gutiérrez posee dotes especiales. A una inteligenica poderosa y una vastísima ilustración, añade un exquisito don de gentes; su palabra pulcra y elegante es fiel instrumento de la idea densa y profunda, llena de divina y humana sabiduría; el gesto de su mano es fiel intérprete del pensamiento y todo lo realza con su armoniosa voz.
Bajo su dirección, la Madre Gabriela constituye el instrumento escogido por Dios para realizar la inspiración divina que, sin el concurso de ambos, no hubiera podido lograrse. El Padre Saturnino sirve de inteligenica, Sor Gabriela ejerce las funciones del corazón. (Cfr. hacia la identidad rosarista, 29-32p)
Santa calamina de siena (sierva de Dios)
ResponderBorrarNació el 22 de mayo de 1848 en Firavitoba, Boyacá, Colombia, en su casa paterna, la Hacienda de la Compañía. Sus padres se llamaron Gabriel y Jacinta, y tuvieron 8 hijos, ella ocupo el 7º lugar. Su niñez y adolescencia transcurrieron en la familia, en donde recibió el amor y la educación de sus padres.
Obras Su aspiración era, además, abrazar la vida religiosa en comunidad. El P. Saturnino les aconsejó ir gradualmente, y les propuso conocer el espíritu de la Tercera Orden Seglar Dominicana, fundada por él en Leiva. Las inició en la oración personal y comunitaria y les dio un reglamento para la vida en común. Ya muy seguras de su decisión de optar por la vida religiosa dominicana, contemplativa y apostólica, pronunciaron sus votos el 18 de febrero de 1880, en presencia del P. Saturnino Gutiérrez. Fundadora de la congregación de hermanas dominicas de santa catalina de Sena fundada en villa de Leiva en 18 de febrero de 1880 junto con el padre saturnino Gutiérrez.
Fue catalogada como una religiosa Humilde, sencilla, mansa, tierna y compasiva que dedicó su vida a servir a los demás brindando amor y educación MERITOS
Asume desde sus orígenes los elementos esenciales de la espiritualidad dominicana y los expresa con características propias, de acuerdo a la vivencia de sus mentores y a las diferentes circunstancias de tiempo y lugar, donde desarrollan su labor. DOMINICAS DE SANTA CATALINA DE SENA
SU COMAÑERO El Padre Saturnino Gutiérrez Silva (siervo de Dios) era afable, sencillo, humilde, caritativo y con un candor de niño. Aunque ocultaba su saber, veías en cualquier conversación. Su memoria era tenaz; sus dichos y gracejos, de ocasión; la modestia de sus ojos, en una palabra, todo él, infundía cariño extremo, al mismo tiempo que respeto. Era de un bello carácter.
El padre saturnino Gutiérrez oriento a catalina a la vida religiosa y fue aceptada en el caramelo en donde recibió el hábito el 1 de enero de 1877
Su muerte acaeció el 19 de julio de 1927.
Esta muy bueno
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